Humildad y generosidad, factores de éxito en un proceso de relevo generacional

De izda. a dcha. Daniel Antoñanzas (EXKAL), Marisa Sáinz y Francisco Esparza (ADEFAN) y Elena Martínez (Martínez Somalo). (Foto: Víctor Ruiz).

La empresa familiar protagonizó el 24 de marzo la cuarta edición de Tudela Capital,  foro promovido por Navarra Capital que busca proponer ideas, estrategias y soluciones inspiradoras para el tejido productivo navarro. La cita se celebró bajo el siguiente título: ‘El relevo generacional: una oportunidad para innovar en el negocio’

Por un lado, dicho encuentro estuvo patrocinado por Grupo Enhol (uno de nuestros asociados) junto a LORTU Desarrollo Empresarial, Laboral Kutxa y Forjados Orgués. Por el otro, la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar (ADEFAN) participó como colaborador de una cita que también contó con el respaldo de Plaza Nueva y la Asociación Empresa Ribera (AER). Y los ponentes fueron el asociado Daniel Antoñanzas (EXKAL) junto con Elena Martínez (de la empresa familiar riojana Martínez Somalo y miembro de la junta directiva de la Asociación Riojana de la Empresa Familiar, AREF).

Más de 60 empresarios, directivos y profesionales acudieron a esta cita desarrollada en el hotel AC Ciudad de Tudela. Entre los asistentes destacó la presencia del presidente y la directora de ADEFAN, Francisco Esparza y Marisa Sáinz; y los asociados Laura Sandúa (Aceites Sandúa);  del Grupo Enhol, los hermanos Natalia y Diego y su padre Ernesto Oliver Gómez; de Construcciones Hermanos Garbayo Chivite, Yolanda Garbayo; y de Castañeda y Asociados, Javier Castañeda y su hija María.

En su intervención, Antoñanzas aseguró que las personas están en el centro de su organización. “Nuestro objetivo es maximizar el valor añadido que aportamos a nuestros grupos de interés”, remarcó su director general. Y para ello, hay que “potenciarlas y generar cultura de cambio”. Algo que, a su juicio, se consigue dotándoles de capacidad para tomar decisiones. En ese punto, recordó su época en una multinacional. “Allí se trabajaba para maximizar el valor de la acción. Así no se puede construir a largo plazo”, contrapuso.

A este respecto, Martínez también hizo hincapié en que su firma otorga un puesto privilegiado a las personas. “Nuestros mimbres eran personas que ya estaban en la empresa”. De hecho, agradeció que toda la generosidad y humildad que les transmitió su padre a ella y sus hermanos se contagió al resto del equipo: “Fuimos muy humildes para reconocer aquello en lo qué éramos buenos y donde éramos mejores”. Y, en un momento determinado, el área comercial decidió lanzar al mercado un chorizo con vino: “El desarrollo de ese producto fue el germen que nos hizo darnos cuenta de que sí podíamos desarrollar cosas diferentes”.

Posteriormente, en el turno de reacciones al encuentro, Natalia Oliver, de Grupo Enhol, confirmó que uno de las cualidades “más características” de las empresas familiares reside en el empeño de “poner en el centro a las personas y a los equipos, que son los que realmente hacen que la empresa tenga valor”. A esa cercanía con la plantilla, Oliver -quien forma parte de la cuarta generación de la familia en la firma- añadió además la “visión a largo plazo” integrada en la cultura corporativa, “esencial para implantar conceptos clave como la innovación y la sostenibilidad”.

Francisco Esparza, por su parte, destacó la “abundancia” de consejos “sabios” extraídos en la cuarta edición de Tudela Capital. En concreto, remarcó una de las aportaciones apuntadas por la consejera delegada de Martínez Somalo. “Elena lo ha dicho muy bien. Su padre fue un hombre generoso y eso es básico para salir adelante. También es una síntesis muy correcta de lo que es el mundo de la empresa familiar y de la importancia de pensar a largo plazo”.

Más información sobre este encuentro en los siguientes enlaces: Crónica principal y Reacciones de invitados 

 

 

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